Resumo

Desde mucho antes de la época conocida como Revolución Industrial, existían trabajadores asalariados que cumplían horarios y vendían su fuerza de trabajo. De la misma manera se evidencia en la historia escrita las diversas luchas obreras que surgen a partir de la indignación de éste gremio por falta de condiciones dignas, aumento salarial y tiempo libre que aunque, éste último, no producía remuneración alguna, sí se sentía que era necesario para su recuperación física y mental luego de las largas jornadas de trabajo. Al retomar nuestra época, el trabajador asalariado y operario, a pesar de años de lucha, no obtiene ese tiempo de ocio libre y espontáneo que ayudaría a su liberación de fatiga emocional, física y mental que ocasiona el trabajo; pero es de pensarse a éste punto que ya no es sólo una limitación por parte de los empleadores o del sistema (aunque definitivamente el modelo capitalista industrializado se instaló con intenciones de no irse nunca), sino del mismo empleado, que no concibe aún la importancia de un tiempo de ocio por encima del trabajo, de la producción y del mismo dinero. Este trabajo se divide en tres partes: el primero, al proceso de lucha obrera más significativo de la revolución industrial, que reconoce las razones del origen de la indignación demostrada por los trabajadores; segundo, a la mirada de otros autores y estudiosos del ocio que se han enamorado de ésta visión de desarrollo humano y por último, a una contemplación de lo anterior abarcando la situación de un trabajador operario actual, lo que ha generado el planteamiento de una investigación con esta población que aún está en curso.
 

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