Resumo

El conocimiento disponible sobre laformación del profesorado nos lleva a ser muy cautos a la hora de abordar esta temática de una manera determinante. Las propuestas, los estudios y las experiencias abundan y, sin embargo, se trata de una problemática que parece lejos de agotarse. Existe un amplio acuerdo en torno a la necesidad de que el profesorado tenga acceso a procesos formativos que le permitan renovar su práctica docente y, por su puesto, contribuir a la mejora de los procesos y resultados del aprendizaje del alumnado. A partir de este reconocimiento en éste artículo discutimos dos cuestiones que no suelen abordarse de forma explícita en relación con laformación del profesorado. En primer lugar argumentamos que en la ecuación que relaciona laformación del profesorado con la mejora del aprendizaje del alumnado no suele considerarse un factor importante: las condiciones en las que tienen lugar las situaciones de enseñanza y aprendizaje. Unas condiciones que vienen configuradas por la interacción de elementos tan complejos y dispares como la articulación del sistema educativo, la organización del tiempo y el espacio escolar y la situación laboral de los docentes. En segundo lugar, planteamos que un sistema de formación ha de ser coherente y no puede ir desligado de un conjunto de temas tales visión de cada asignatura si el currículo es disciplinar, la representación que se tiene sobre el papel del profesorado, las interpretaciones sobre las características de la sociedad actual y del propio alumnado y el proyecto de mejora de la educación al que se vincule. Nuestro punto de vista es que, a partir de la posición que un proyecto de formación mantenga frente a estos temas, y de su capacidad para conectar con la necesidad de aprendizaje del profesoradolo que supone una disposición para el cambio y la mejoraes posible-y necesario plantear una propuesta de formación desde la complejidad y no desde el reduccionismo ef ¡cientista y gerencialista.

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