Resumo

Cuando hablamos de corporeidad nos situarnos en una palabra signo diseñada para dar significado a una idea sumamente compleja, dado que el ser humano es el objeto material representado, y no existe una explicación universal al respecto. Desde su origen la humanidad busca comprender y definir al ser humano, surgiendo esclarecimientos filosóficos y religiosos, con una visión parcial y dualista del hombre: cuerpo-mente, cuerpo-alma. Actualmente el hombre es considerado un ser físico, psíquico, mental, espiritual, orgánico, anímico, gestual, emocional, motriz, social, etc. Y en ese desmenuzamiento se compone una ciencia para el estudio de cada fragmento, estudiando en detalle una condición, una categoría, una característica, un estado, un nivel, un atributo o un aspecto de lo humano. Lo corporal se constituye entonces en tema de salud, deporte y/o arte donde emergen infinidad de ámbitos, tantos como posturas ideológicas existen. En el marco de la Fenomenología, ciencia que estudia los fenómenos naturales y sociales, Edmund Husserl (1858-1938) y Maurice Merleau Ponty (1908-1961) definen dimensiones de cuerpo: como estructura experiencial vivida “Yo no estoy delante de mi cuerpo, estoy en mi cuerpo, soy mi cuerpo”, y como ámbito de mecanismos cognitivos o de la consciencia ¨Percibir es tornar presente cualquier cosa con ayuda del cuerpo”. Es entonces cuando el cuerpo adquiere significados integradores, incluyentes, globales y abarcadores que lo constituyen en corporeidad, en una entidad única, sorprendentemente múltiple y a la vez exclusiva: en la vida misma. “Mi corporeidad es mi vida, soy yo y todo aquello en lo que me corporizo, todo aquello que me identifica”. La corporeidad está presente aun cuando la persona no lo está físicamente, una carta escrita con su letra, un reloj pulsera usado cotidianamente, el gesto o la mueca que heredó un hijo, la frase de cariño que lo distingue, una foto o película con su imagen, corporiza en el otro y/o en lo otro, aun después de muertos. El significado se encuentra entonces en la forma de ser, de tener, de hacer y de estar en el mundo, desplegando la pluralidad de cuerpos materiales e inmateriales que forman el mundo de nuestra corporeidad.

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