Resumo

Comparando el alboroto que se ve y se escucha durante el recreo escolar con la tranquilidad y concentración durante las clases, se puede dudar del acuerdo que implícitamente debe existir para que cuando el docente dice "Vamos a jugar" el alumno entienda lo que tiene que hacer, lo que debería hacer. Al tomar como aula el mismo espacio físico que el alumno ocupa durante el recreo para favorecer la construcción de aprendizajes, la clase de Educación Física se constituye en un momento escolar particular. En esta comunicación se divulgan parte de los resultados finales de una investigación sobre el juego que los formadores de profesores de Educación Física enseñan a enseñar durante la formación docente inicial, y las conductas que enseñan a desear, esperar y aprobar de los alumnos mientras juegan. Algunas ideas se contrastan con la interpretación de la praxiología motriz (Parlebas, 2001), teoría dedicada al estudio de la gramática de los juegos, y de la teoría del juego de Huizinga (2000), mirada filosófica que estudia la esencia del juego.

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