Resumo

El fin de la dictadura uruguaya en 1985 permitió el desarrollo de nuevas concepciones en el campo de la educación y de la educación física (EF). Mientras tanto, en 1986 se elaboró un nuevo programa escolar de Educación Física, y en 2007 la asignatura pasó a ser obligatoria en las escuelas del país, siendo esta consolidada a partir de un programa curricular lanzado ese mismo año. En 2022, 15 años después, se publicó una nueva propuesta curricular que entraría en vigor en 2023, teniendo como postulados la educación por competencias; discurso que en la última década fue introduciéndose con fuerza en el panorama educativo nacional. Considerando todo el proceso de redemocratización de la educación física en Uruguay, este artículo pretende comparar los currículos de 1986, 2008 y 2022, en lo que respecta a la educación física. En términos metodológicos, el trabajo historiográfico utiliza los planes educativos oficiales producidos por la Administración Pública Nacional de Educación (ANEP), examinando las particularidades de las propuestas curriculares dirigidas hacia la educación física. Nuestro análisis apunta a que, a pesar del destacable aporte en la concepción de la educación física conferido en el programa 2008, en lo que se refiere al anterior (1986), el mismo no logró independizarse completamente de los conceptos característicos y tradicionales del propio campo. En relación con la nueva organización curricular por competencias, la misma reivindica otra lógica de funcionamiento de la respectiva disciplina, diferente a la del mencionado modelo tradicional. Sin embargo, la versión 2023 del currículo no logra solucionar cuestiones específicas de esta área. En común, la referencia al cuerpo continúa siendo identificada con el organismo, desde el saber biológico, y no logra abarcar las prácticas corporales desde su significado social y cultural. 

 

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