Resumo

En la actualidad es cada vez más común escuchar a autoridades políticas comentando acerca de cuál es la forma adecuada de “vivir bien” o de cómo se puede “vivir sano”. Comer bien, vivir sin drogas, moderar el consumo de alcohol, estar con la familia, disfrutar la naturaleza y hacer deporte, son algunas de las ideas propuestas para conseguirlo. En el caso de Chile la propuesta para los ciudadanos del país ha sido “Elige Vivir Sano” (en adelante EVS), programa creado en 2010 bajo la administración del gobierno de Sebastián Piñera y transformado en ley de la Republica el día 14 de mayo de 2013. El diagnostico de EVS releva el sedentarismo y el exceso de peso como una complicación, declarando que “una población con exceso de peso e inactiva no está sana” (EVS), situación que se convierte en una problemática porque “en primer lugar, significa que parte importante de la población chilena está en riesgo de tener más enfermedades y porque, en segundo lugar, aumenta los gastos para la persona, la familia y la sociedad (EVS). Respecto a la inactividad, existe una propuesta del gobierno para “hacer de Chile un país de deportistas” en donde el deporte se construye enfrentado al sedentarismo, proponiendo que los ciudadanos ideales del país son los deportistas y no los sedentarios ya que los primeros serían portadores de los valores de emprendimiento y competencia, en contraposición a los sedentarios, los que serían “no sanos” y “pesimistas” y quienes no tienen la posibilidad de pertenecer a este enunciado país (Soto, 2013). Diversos estudios financiados por organismos públicos en Chile (Encuesta Nacional de Salud 2009-2010, Encuesta Nacional de Consumo Alimentario 2010-2011, Panorama de la Salud 2011 OECD-Minsal, Encuesta Nacional de Hábitos de actividad física y deportes 2012) construyen un contexto en donde devienen problemáticas ciertas formas de vivir la vida o ciertos estilos de vida. Las personas sedentarias son consideradas portadoras de lo que no se debe hacer. Dicho de otro modo, son quienes están viviendo una vida que no es promovida por el Estado. Estas personas llegan a casi el 96 por ciento de la población según la Encuesta de Hábitos de Actividad Física (2012).

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