13/02/2017
por Gastón Laborido (gaston_laborido1@hotmail.com)
Época colonial
Luego de la llegada de los europeos a territorio americano, en el año 1494 portugueses y castellanos se dividieron el mundo conocido. En consecuencia, el territorio que actualmente corresponde a la República Oriental del Uruguay, quedó bajo dominio de Castilla. A inicios del siglo XVI, comenzaron a llegar navegantes españoles y portugueses al Río de la Plata, en búsqueda del canal interoceánico que conectara el Atlántico con el Pacífico. Los historiadores consideran que uno de los primeros en llegar a estas tierras del Río de la Plata fueron los portugueses con Américo Vespucio (1501-1502). El primer español en llegar fue Juan Díaz de Solís. Como los españoles no encontraron metales preciosos, llamaron al territorio de la Banda Oriental “tierras sin ningún provecho”.
Luego de la introducción del ganado en la Banda Oriental, por parte del gobernador de Asunción Hernandarias (Hernando Arias de Saavedra), el territorio pasó a tener otra importancia para los españoles: banda vaquería, por sus “minas de carne y cuero”.
Las primeras poblaciones estables de la Banda Oriental, fueron en Santo Domingo de Soriano, pero una de las más importantes fue Colonia del Sacramento, ubicada en el actual departamento de Colonia, fundada en 1680. Los portugueses siempre habían aspirado a ocupar estos territorios debido a sus riquezas naturales, argumentaba que les correspondería esas tierras porque la frontera debería ser natural, es decir, el Río de la Plata.
En respuesta a tal acontecimiento, los españoles fundan Montevideo. El gobernador de Buenos Aires, Bruno Mauricio de Zabala, tuvo noticias de que los portugueses intentaban ocupar la bahía de Montevideo y envió un grupo armado para desalojarlos. De esta manera, desde fines de 1723 a 1730 comenzó el proceso fundacional de la ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo.
Desde el punto de vista de las actividades físicas y recreativas, en el Montevideo colonial solo existieron juegos o diversión pública. Por ejemplo, en el año que nació José Gervasio Artigas (1764), se realizaron corridas de Toros en la plaza Mayor (hoy plaza Zabala).
También se realizaban carreras de sortijas, carreras de embolsados, de antorchas, de velocidad dentro de alguna efeméride religiosa y como expresión colectiva: la cinchada. En el centro de la Ciudadela había canchas de bolos y un frontón, como expresión de un antiguo juego español.
Por otra parte, desde la fundación de Montevideo, los españoles residentes concurrían en el verano a las costas a bañarse. Luego del proceso independentista (1825-1830), los baños se institucionalizaron y pasaron a llamarse “Baños de los Padres”, existiendo, por un lado, zonas de baño exclusivo para mujeres y por otro lado para hombres.
Consolidación del Estado Oriental del Uruguay
Entre 1825 y 1830 se generaron acontecimientos que dieron como resultado la formación del Estado Oriental independiente. Los sucesos transcurren desde la formación de un Gobierno Provisorio en Florida y que tendrá como episodio relevante la Convención Preliminar de Paz, celebrada en 1828 entre delegados del Imperio del Brasil, de las Provincias Unidas y de Inglaterra, bajo la mediación del Lord John Ponsonby. Los resultados de esta Convención fueron ratificados el 4 de octubre de 1828.
Uno de los puntos de la Convención Preliminar de Paz, estableció que se debía instalar un Gobierno Provisorio y una Asamblea Legislativa Constituyente que tendría como tarea elaborar la primera Constitución del Uruguay, jurada el 18 de julio de 1830. Así, se inició el Estado Oriental del Uruguay como libre e independiente.
La situación del naciente Estado Oriental era crítica, luego de varios años de revolución y lucha por la independencia (1810-1830). Presentaba un atraso económico caracterizado por la monoproducción ganadera con un sistema de explotación arcaica. A esto, le sucedió la Guerra Grande (1839-1852), que involucró las tendencias políticas del Uruguay y la Confederación Argentina (blancos y colorados: federales y unitarios), el Imperio del Brasil y las potencias industriales en expansión como Inglaterra y Francia. Luego de la Guerra Grande, es que se roturaron tierras. En cuanto al sistema de propiedad, en el medio rural predominó, hasta el día de hoy, el latifundio. En consecuencia, surge un antagonismo entre el campo y la ciudad como núcleos opuestos.
En cuanto a las actividades físicas y recreativas, siguieron vinculadas a juegos y diversión pública que se realizaban desde la época colonial. Aquellas actividades que estaban motivadas por fiestas religiosas, luego de la independencia serán motivadas por las efemérides patrias. A modo de ejemplo, en los festejos por la Jura de la Constitución en 1830 y en los aniversarios de esa fecha, se realizaban corridas de sortijas en calles y plazas, además de carrera de embolsados, levantamiento de pesas, palo enjabonado, carrera de sortijas a pie, carrera de antorchas y de velocidad de mucha resonancia popular. En cuanto a las fiestas religiosas que se siguieron practicando, se vinculaban a San Juan y San Pedro, con hogueras en las calles.
Por otro lado, tuvo importante difusión las corridas de toros, que comenzaron antes de la Independencia, con varias “plazas” en la Ciudad Vieja. Luego pasaron al Cordón y finalmente se construyó la llamada “Plaza de Toros de la Unión” en 1855. Como señala A. Gomensoro, congregaban gran cantidad de público, también realizaban otros espectáculos (peleas de box, carreras a pie, desfile de bandas, orquestas y bailes, etc.), hasta que el Gobierno las prohibió en 1890 por la muerte de un torero en plena faena.
También tuvo mucha importancia las carreras de caballos, que fueron aumentando en importancia a lo largo del siglo XIX.
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En los primeros años de vida independiente, la población del país era escasa, los historiadores estiman que en 1830 había 74.000 habitantes, de los cuales 14.000 estaban en Montevideo. Uno de los acontecimientos más importantes que se suceden a partir de 1830, lo constituye la afluencia creciente de emigrantes europeos como vascofranceses o españoles, los italianos (genoveses), canarios, gallegos, ingleses, suizos, que llegaron a 42.000 entre 1836 y 1842.
La llegada de inmigrantes europeos entre 1830 y 1840, implicó crecimiento del tráfico marítimo en el Puerto de Montevideo; por otra parte, el comercio exterior se acentúa. El aporte de los inmigrantes europeos fue fundamental para el desarrollo económico del país y para el desarrollo del deporte en el Uruguay, aunque aquellas primeras manifestaciones se caracterizaban por su vaguedad e imprecisión.
Las primeras manifestaciones deportivas en el Uruguay
El deporte en los primeros años de vida independiente del Uruguay, tiene que ver con dos circunstancias claves: por un lado, se redujo al interior de las colonias de extranjeros residentes en Montevideo; por otro lado, contribuyó en su difusión en algunas localidades del interior el ferrocarril, en tanto fue llegando y se radicaron empresas de estos forasteros. Los historiadores señalan que este proceso consistió esencialmente en la fundación de clubes deportivos.
Las colectividades extranjeras fueron muy importantes en Uruguay, ya que trajeron sus deportes tradiciones, conservando su modalidad deportiva sin mezclarse entre ellos y sin participación de los criollos.
Los italianos jugaban a las bochas, esgrima y el pallone. El pallone era un juego o deporte romano, era como un juego de pelota ante un frontón y después fue en un campo abierto. Se practicó con equipos de 4 jugadores portando un bate (similar al cricket).
Los vascos jugaban a la pelota de mano. Algunos consideran que los partidos de pelota vasca, fueron una de las primeras manifestaciones deportivas en el país y en América, que movilizó a mucha gente. En el Uruguay, la primera modalidad de juego de pelota fue sin pared, hacia 1830; más tarde adoptó la pala y cesta.
Los franceses introdujeron la gimnasia, los suizos el tiro federal, los ingleses el cricket, rugby y fútbol.
Por otra parte, la presencia de extranjeros determinó también la enseñanza de deportes. Los italianos y franceses practicaban y competían en esgrima y gimnasia. En consecuencia, aparecieron los “maestros de gimnasia, tiro y esgrima”.
El primer club deportivo: Victoria Cricket Club
Entre 1830 y 1855 se produce el comienzo del desarrollo deportivo en el Uruguay. Lo más importante en este período, fue la fundación del primer club: el Victoria Cricket Club, fundando por los ingleses, que llevaban el espíritu del deporte, en octubre de 1842. La institución tuvo entre sus concurrentes asociados a la zona de su creación, Pueblo Victoria (próximo al Paso Molino), próximo al saladero del inglés Samuel Lafone, quien fue uno de los impulsores del club. El nombre fue en honor a la reina de Inglaterra, aunque algunas versiones plantean que se debe a la localidad donde realizaban la actividad.
Los concurrentes realizaban todos los jueves los “Días de Sport” a través de prácticas y partidos de Cricket, deporte más popular en Inglaterra en esa época. Allí estuvo el primer campo de deportes del Uruguay, por esto es que se considera que fueron los ingleses quienes introdujeron el deporte en el Uruguay. Mientras tanto, en Argentina, comienza un proceso similar al Uruguay, caracterizado por la fundación inglesa de clubes a lo largo del siglo XIX.
El club tuvo una breve historia, ya que desapareció como consecuencia del sitio a Montevideo establecido por las fuerzas del Partido Blanco (con apoyo argentino) encabezadas por el Brigadier Oribe y que se prolongó durante toda la Guerra Grande, hasta 1851. Esto implicó, que los ingleses no pudieran salir más de los muros de la ciudad.
Referencias:
BUZZETI, José y GUTIÉRREZ CORTINAS, Eduardo (1965). Historia del deporte en el Uruguay (1830-1900). Montevideo: Ed. De los autores.
GOMENSORO, Arnaldo (2015). Historia del Deporte, la Recreación y la Educación Física en Uruguay. Crónicas y relatos. Montevideo: IUACJ.
Fonte: https://historiadoesporte.wordpress.com/
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