Una didáctica de la motricidad infantil “otra” pensada desde las infâncias

Hoy en día, a nuestro entender, tanto desde la sociedad en general como desde las propuestas pedagógicas en torno a lo corporal y su expresión motriz en la etapa de la infancia, no se atiende la multidimensionalidad y las necesidades e intereses de niños y niñas que habitan las instituciones educativas y los contextos donde ellas se sitúan. ¿Dónde estamos? ¿hacia dónde vamos? y ¿hacia dónde queremos ir?, son interrogantes que nos interpelan a reflexionar sobre el sentido, significado y contribución real y tangible de la disciplina a la sociedad, motivándonos a proponer una didáctica de la motricidad infantil “otra” pensada desde las infancias como contrapropuesta a las lógicas hegemónicas de individualización, rendimiento, competitividad y sobre-escolarización presentes en los sistemas educativos tan propias de las sociedades de mercado. En este marco, es de nuestro interés plantear algunas tensiones presentes en un sistema educativo colonizado por el mercado y las políticas neoliberales, en el cual prevalecen y perpetúan a nuestro entender, propuestas más próximas a la visión físico-deportiva y bio-médica de la disciplina, y no así a aproximaciones relacionadas con la motricidad infantil que re-significan el valor de lo lúdico, la expresión de la globalidad, la autovalencia y el sello particular del ser-y-estar en-y-con-el-mundo de cada niño y niña. Junto a ello, planteamos los fundamentos de una propuesta para una didáctica de la motricidad infantil “otra” pensada desde la infancias; fundamentos referidos a los significados de lo corporal y la motricidad en el desarrollo de niños y niñas, ambas comprendidas como dimensiones humanas indisolubles de la experiencia, y que dignifican sus vivencias lúdico-exploratorias, sus posibilidades de ser-con-ellos-y-ellas, de ser-con-los-otros-y-otras, desde una lógica que les permita hacer-se en-y-con-el-mundo. Más allá de un recetario homogéneo, hegemónico, colonizador y adultocéntrico, se invita a educadores y educadoras desde un proceso reflexivo en la práctica, a re-crear junto a los niños y niñas itinerarios situados de realización vital que favorezcan el desarrollo de la capacidad de ser, vivir, convivir, poder y saber hacer. La infancia nos ha congregado por años a transitar un sendero en el cual, día a día, nos motiva profundamente trabajar por una educación más humana y menos sobre-escolarizada, más justa y contextualizada; una educación democrática que propicie valores como el compañerismo, la solidaridad y la libertad, respetando la singularidad de los niños y las niñas, y considerando las interacciones sociales como canales valiosos de comunicación. En dicho contexto, proponemos algunos lineamientos de acción didáctica, tales como: i) el marco lúdico de la práctica, ii) la tarea como propuesta para el aprendizaje, iii) La variabilidad de la práctica, y, iii) la transferencia de la experiencia. Todo ello, en un contexto que comprende el aula como un espacio-tiempo-vital-de-existencia, que propicie la exploración, la comunicación, la convivencia, la democracia, la seguridad, el respeto por las iniciativas infantiles y disolver el orden simbólico propio de los sistemas de sujeción que silencian y colonizan las voces de niños y niñas

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